Los docentes podemos aprender con Twitter

Créditos imagen: Jurgen Appelo, Twitter icon. www.noop.nl
Fuente: Flickr.

Hace unos años, cuando comencé a usar “la red social del pajarito”, sentía que me mareaba y me abrumaba. Mi historia profesional y académica, vinculada a la lectura de textos extensos, no me dejaba digerir esa nueva forma comunicación sintética y con dudosa gramática y ortografía para mis estándares.

Seamos honestos: si de redes sociales se trata, Facebook es mucho más compatible con los docentes que cualquier otra. Te permite replicar formas de comunicación conocidas y no te exige demasiado esfuerzo de comprensión. Claro que si nos ponemos a ver la calidad de contenidos promedio, es probable que muchas veces sea una red que nos lleve más a “perder el tiempo” que a capitalizarlo. Podemos superar esta sensación dentro de contados grupos específicos que atienden nuestros intereses, pero la verdad es que uno suele pasar mucho más tiempo recreativo en Facebook que formativo.

En principio, podríamos decir que el uso de Twitter se definiría de manera similar. Sin embargo, creo que la dinámica de elección de a quién seguir (que a mi entender difiere bastante del tema de aceptación de “amigos” en Facebook), te permite hacer una selección más ajustada de lecturas vinculadas con intereses particulares. Para mi entender, Twitter enfatiza variedad de opiniones y síntesis que te permiten entender con cierta facilidad quiénes son los que comparten información o ideas que te resultan atractivas.

En este punto creo que Twitter ayuda a conformar con mayor rapidez las comunidades de práctica. La capacidad de seleccionar a quiénes seguir va orientando los intereses: al elegir a una persona, a su vez esa persona construye un hilo de intereses muchas veces similar al propio y, cuando no es así, resulta sencillo dejar de seguirlo. Por supuesto que esto supone entender esa lógica de “seguir y que te sigan”.

En mi experiencia, es increíble la cantidad de gente interesantísima que he conocido a través de Twitter. Desde allí he dado saltos a muchos blogs maravillosos; textos fascinantes; debates; planificaciones compartidas; etc. Nunca hubiera podido acceder de manera tan rápida a tanto conocimiento y experiencia en diferentes lugares del mundo si no hubiera sido por este medio. Siento que he aprendido de esta interacción en estos pocos años que la uso mucho más que de los espacios institucionales de formación.

Al darme la posibilidad de acceder a las fuentes directas de los temas que efectivamente me interesan, me ha abierto las puertas al conocimiento de textos, videos, entrevistas, etc. que no hubiera llegado a conocer de otro modo.

Un ejemplo de esto ha sido la posibilidad que tuve de conocer las múltiples experiencias que se están llevando adelante en España sobre Aprendizaje Basado en Proyectos (AbP), cuando en Argentina me ha llevado años vincularme con las escasas prácticas que se desarrollan dentro de esta línea, en la que trabajo desde mis inicios como docente.

No se trata solo de los 140 caracteres, sino de cómo ellos se constituyen en un puente hacia el conocimiento de personas y fuentes. Si bien me tomó un tiempo entenderlo, he logrado aprender a participar y generar nuevas redes a partir de Twitter.

Otra ventaja poco explotada es la de su uso para la comunicación institucional con padres y alumnos adolescentes o adultos. Muy pocas escuelas lo aprovechan, tal vez allí sí hayan sacado ventaja las universidades. Pero el potencial para informar con celeridad es enorme.

Hay que reconocer que se presentan algunos problemas para su uso en educación. El primero es que muy pocos docentes (sobre todo en Argentina) la incorporan para su uso cotidiano. Al no comprender su lógica y forma de funcionamiento, se descarta sin atravesar un período de prueba. De hecho creo que si no me hubiera animado a hacer el testeo inicial, la hubiera descartado.

Paradójicamente, la ventaja de Twitter por sobre otras redes es que por su síntesis participar de ella no requiere de mucho tiempo de lectura ni de escritura.

El otro problema, y creo que muy serio, tiene que ver con que es un espacio muy complejo para el debate. Argumentar en 140 caracteres muchas veces da lugar a malos entendidos, genera muchas veces por ello enfrentamientos y no resulta productivo para el intercambio de ideas.

Si logramos superar estos obstáculos, de seguro estaremos en condiciones de sacarle el jugo a Twitter. Si esperamos de esta red otras cosas, obtendremos como resultado una decepción. Igualmente, no parece nada desdeñable todo lo que nos ofrece: ¡es cuestión de animarse y saber aprovecharlo!

 

5 comentarios

  1. Me interesó mucho el abordaje que has realizado de cada red y la diferenciación de las mismas.Me pareció que facebook posibilita desplegar concepciones,distribuir, aproximarse a recorridos lejanos.Pero no es común que quienes lean lo escrito se jueguen en dar a conocer lo propio.Parece ser según tu experiencia fundamentada que las personas se sueltan más a través del twitt. He encontrado que cada cual puede darle el uso según su interés.El recurso es amplio y elástico.A mi me complace utilizar Fb.

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    • Hola Frida,
      Es cierto que Facebook tiene sus ventajas, sobre todo en cuanto a la posibilidad que ofrece para expresarse en extensión.
      Pero tal vez por desconocimiento muchos docentes eluden Twitter cuando sin embargo podría ser un excelente complemento de su práctica.
      Ambas redes cumplen a mi entender funciones distintas y responden a expectativas diferentes.Lo bueno sería poder complementar los usos.
      Un abrazo!
      Débora

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      • Acuerdo con tu respuesta.Suelo intentar ver qué tiene de rescatable cada experiencia y trato de no descartar.Esto fácilmente hace que nos deslicemos hacia posturas extremas y los subsiguientes fanatismos que nos obturan nuestras condiciones,empobrecen.Pero así como me dejó pensando,tu aporte anterior ,me pareció que siendo una mujer joven,bien dispuesta a abrir surcos,hasta temeraria –como cuando relatás la experiencia con tu bellísimo hijo– el twitter te mantiene conectada con los que están intentando abrir surcos.Yo voy mirando las escenas de adelante y también las que se van yendo o ya están en la lejanía.Como cuando se «viaja en el colectivo en los asiento que miran aquello de lo que uno se aleja»Es un hermoso lugar que te acerca la vida,lo disfruto.Soy sembradora,no intento abrir surcos.Aun tengo semillas que creo están fértiles.Me va mejor facebook,,bien popular,más que los blogs.Un agradecido abrazo.

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