Salario docente, paritaria, inicio de clases… ¡otra vez sopa!

Créditos imagen: http://www.semanariovoz.com/2014/04/30/la-situacion-laboral-de-los-maestros/

En Argentina pasa todos los años lo mismo entre fines de febrero e inicios de marzo: hay que salir a discutir el salario docente. En ese momento todos opinan con soltura y se escucha mucha gente que piensa incluso que quienes educan a sus hijos no ameritan cobrar un salario digno porque “lo hacen por vocación”.

Ya he escrito en reiteradas ocasiones sobre las condiciones de trabajo docente en mi país, pero siento que nunca es suficiente. Aquí maestros y profesores, si viven de sus ingresos como lo hace lo mayoría, necesitan trabajar en tres turnos para lograrlo: mañana, tarde y noche. Ustedes pensarán que lo digo porque me refiero a las horas de preparación/planificación de las clases o corrección, pero no: estoy hablando de tres turnos a cargo de grupos de alumnos. ¿Cuándo hacen todo lo demás? Obviamente en el fin de semana.

Pero hay algunos datos que quiero resaltar de lo que señalan tanto el Ministro de Educación, como de lo que se hacen eco los medios:

  • El Ministro de Educación de la Nación manifiesta que quiere que el salario docente llegue a estar un 20% por encima del salario mínimo: esta afirmación primero da cuenta de que aún no está en esos valores pero, lo que es peor, de que la aspiración es que un profesional formado a cargo de numerosa cantidad de alumnos gane sólo un 20% del salario MÍNIMO. ¿Podemos reparar seriamente en lo que esto implica?
  • Se hace un acuerdo a nivel nacional, pero quienes pagan son las provincias, por lo tanto lo que aparece en los medios es sólo “cuestión de imagen” porque se dice 40% a donde después en realidad se paga 18, 21, 24% con toda la furia. Con esta maniobra crean una “sensación de eficiencia” que es consumida por toda la gente, que luego piensa que los docentes no tienen de qué quejarse porque “les dieron el 40% de aumento”. La mentira parece ser siempre más efectiva.
  • En la Ciudad de Buenos Aires el aumento es para algunos cargos del 24%. El mismo gobierno que lo da el año pasado denunciaba 40% de inflación (¡y el año pasado!). Matemática pura: quedaremos un 16% por debajo de nuestro poder adquisitivo. ¿Cómo se sobrevive?
  • El mismo Ministro de Educación manifiesta que por ejemplo en la escuela secundaria se ha dado una gran mejora con el “profesor por cargo” por el que dice que los profesores cobran 1 de cada 4 hs. para dedicar a tareas entre las que nombra las tutorías. Pone a la tutoría como si fuera un tiempo extra que se paga sin trabajar. ¿Alguna vez supo en qué consiste el trabajo tutorial? ¿Está al tanto de la complejidad de casos, problemas y situaciones que los profesores atienden en ese tiempo y los escasísimos recursos con que cuentan para ayudar a resolverlos?
  • La estrategia que usan para dar aumento podríamos llamarla de “Robin Hood”: le sacamos a los que tienen más años en la docencia para darle a los que se inician. De paso se aprovecha para intentar enfrentarlos porque los segundos reciben poco o nada, mientras que los primeros todo. “Divide y reinarás” dice el refrán… La escala salarial se achata y quienes estamos hace más años en la docencia vemos degradar la relación entre experiencia y salario al punto de diluirse totalmente para aquellos que necesitan trabajar mayor cantidad de horas para mantener a sus familias. Es decir que trabajar más horas finalmente no rinde, porque el valor de tu hora se trabajo sencillamente se reduce a medida que más horas sumes. Una encerrona, porque entonces no alcanza el sueldo de ninguna manera.
  • ¿Pueden los padres pensar que está bien que quienes enseñan a sus hijos ganen sólo 20% por encima del salario básico y aplaudir así al Ministro que lo propone? ¿Tan poco realmente importa la educación? Cuando veo a mis ex alumnos que comienzan su carrera docente y no saben cómo hacer para sobrevivir saltando de escuela en escuela; dejando de ver a sus hijos; tomando cuanto cargo aparece para llegar a fin de mes; no puedo entender cómo se legitima esta realidad.
  • El periódico de mayor tirada en el país sostiene en día anterior al anuncio de los aumentos docentes que se necesita un mínimo de ingreso para que una familia pueda vivir en la Ciudad de Buenos Aires. La cifra no se alcanza sumando 2 cargos docentes con el “aumento” que ahora prometen dar. Ergo: la familia de un docente que se sostiene con su salario, no podría vivir en esta ciudad aunque ese colega trabajara en dos turnos. Claro: si trabaja en 2 turnos, que se aguante que su sueldo sea degradado.

La pauperización del trabajo docente atenta directamente contra la profesionalización. Pero en paralelo los discursos tecnócratas de la calidad responsabilizan a maestros y profesores de la baja de calidad. Les piden que sean como los docentes de Finlandia y a cambio que cobren igual que un trabajador que no requiere formación específica continua ni trabajo extra de sus horas o que –si lo tiene- lo percibe como tal.

No quiero estar hablando, escribiendo, tuiteando sobre este tema: quiero estar trabajando para que mis alumnos reciban la mejor formación en la escuela pública. Pero no puedo evitarlo, porque no dejo de pensar en la cantidad de horas de trabajo y sobrecarga laboral que nos esperan, a costo personal, para poder lograr algo bueno. Quiero pensar en innovaciones, en cómo mejorar; ¡quiero poner mis energías en eso! Pero el desánimo me vuelve a invadir cuando llega este época y atravesamos estas situaciones.

Todos los años lo mismo. Yo misma me canso de este tema. Pero pienso que no debemos callarnos porque a donde silencien nuestras voces, ya las condiciones de trabajo docente serán más que imposibles e igual, como siempre, seremos vistos como los únicos responsables de la catástrofe de la educación argentina.

Sigo pensando en la escuela pública como lugar de desarrollo de las mejores experiencias. Sigo creyendo en una docencia comprometida que no está reñida con la calidad. Sigo luchando por las condiciones de trabajo docente en mi país sin dejar por eso en pensar cómo mejorar la educación. Somos profesionales, también somos trabajadores, y nos merecemos condiciones dignas y salario acorde para llevar adelante nuestra tarea.

 

 

6 comentarios

  1. Que el objetivo sea que un docente, que estudió unos 4 años Nivel Superior, gane el 20% más que un trabajador sin formación es un dato.
    Que un docente no pueda mantener su casa con tres turnos de trabajo es otro dato.
    Que un docente tenga que trabajar tres turnos implica que no puede hacer absolutamente nada más, incluyendo seguir su formación, algo imprescindible para ejercer la docencia. Ahí hay otro dato.
    Que dejes a tus pibes todo el día con una persona preocupada por su subsistencia mientras enseña sin que se te mueva un pelo es llamativo.
    Que confíes la educación de tus hijos a personas que no pueden más que correr de cargo en cargo y no poder actualizarse es alarmante.
    Que consideres que los docentes ya consiguieron algo bueno, que se callen y que empiecen las clases denuncia tu profunda ignorancia sobre la oferta de paritarias en un país federal, con medios que informan mal por desidia o por operación política.

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  2. […] puedo entrar en este tema sin insistir sobre otro del cual vengo hablando sistemáticamente: las condiciones de trabajo docente. La realidad sería diferente si los docentes de nuestro país no tuvieran un paupérrimo salario […]

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