¿Estoy vieja? El Twitter y el Prezi me marean…

Y sí, vamos a admitirlo, ¿por qué no? Ya no se trata de si soy «inmigrante digital» (menos mal que no soy inmigrante ilegal…) ni de si estoy actualizada. Se trata de las cosas que a esta altura de mi vida no me interesa hacer.

Como muchos docentes y padres que intentan acercarse a las tecnologías para entender, acompañar y comprender el mundo que transitan niños y jóvenes como peces en el agua, nos acercamos a diferentes aplicaciones que se instalan como soluciones providenciales a todos los problemas o como medios de participación social cuasi obligatorios. Por esta vía llegué al «Prezi» (como reemplazo «moderno» del ya clásico Power Point para presentaciones) y a crear mi cuenta de Twitter. Y al hacerlo descubro con cierta desazón de que no me siento cómoda con ninguna de los dos aplicaciones. ¿Por qué? Sencillamente porque me marean…

Las presentaciones en Prezi me marean literalmente: al observarlas me cuesta focalizar ideas, empiezo a sentir un malestar si se pasan muy rápido. Y el vértigo de los twitts me satura, me produce una sensación de vorágine o de «catarata de palabras» como diría un amigo que me causa necesidad de no leer ni siquiera los 140 caracteres. En hora de confesiones debo admitir también que nunca fui amiga de los efectos de sonido, colores, letras bailarinas, etc. de los Power Point!, lo que me posiciona en un grupo «con antecedentes sospechosos» en este campo.

¿Es políticamente incorrecto que alguien que se dedica a las relaciones entre las TIC y la educación admita estas cuestiones? La verdad que cuando expreso esto siento que pongo en mis palabras el sentir de muchos docentes y padres que «se quedan afuera» o que no logran subirse al tren de la tecnología a pesar de que son empujados a entrar en el vagón como pasajeros en el subte de Tokio en hora pico.

Debo aceptar que me saqué la cuenta de Twitter más por presiones externas de «¿cómo vos no tenés Twitter?» que por razones propias, ya que ya intuía mi poco gusto por esta red social cuando acepté Facebook como una especie de «daño colateral» en mi vida.

No creo necesario que nos guste toda la tecnología. Me parece que gran parte de la tecnología es evitable. La hiperconexión genera a veces tantas consecuencias negativas como el aislamiento tecnológico o la tecnofobia. Y con esto quiero decir que no la obligación de tener todos Facebook, Twitter,  cuenta de Youtube, etc. etc. Vincularnos cotidiana y amigablemente con la tecnología está lejos de aceptar todo lo que nos llega «porque se usa». Cuando hablamos de inclusión de TIC nos referimos a un uso crítico: si algo del uso de la tecnología produce un malestar, claramente no debería ser incorporado a nuestras vidas. Esto no nos pone en el lugar de cavernícolas ni mucho menos: nos posiciona sencillamente como usuarios críticos y responsables versus la idea de consumidores pasivos tan instalada en la sociedad.

En la misma línea pienso y sostengo que un docente que incluye las TIC en la enseñanza no tiene que ser un usuario experto en el manejo de todas las aplicaciones que salen al ruedo. Tampoco considero que deba «amar» la Informática o la exploración de programas, simplemente con no temer a probarlos y entender qué le aporta o no cada uno de ellos en su campo es más que suficiente. No se necesitan maestros y profesores «expertos en programas» para incluir las TIC porque sino nunca podríamos hacerlo.  Pero es indispensable tener la disposición a conocer y experimentar alcances y limitaciones (característica que todos los docentes deberían tener en otros planos de su actividad…) ya que siempre encontrarán alguien que los acompañe, ayude y oriente en cuanto al dominio instrumental o tutoriales que los guiarán paso a paso de ser necesario.

Así que quienes compartan mis pensamientos y sensaciones los invito a expresarlos sin prejuicios: campaña pro blanqueo de sentimientos hacia las tecnologías de moda!!!!

No toda la tecnología es buena para los usuarios; no todas las aplicaciones deben ingresar en la escuela o en la vida cotidiana; no tenemos que ser expertos tecnológicos. Seamos capaces de establecer cuáles aplicaciones realmente suman y valen la pena porque esto también forma parte de pensar la escuela más allá de las modas que se imponen.

10 comentarios

  1. Yo creo que en nuestro rol de educadoras es importante haberlo probado, saber de qué se habla cuando se dice «Twitter» o cuando se dice «Prezi». Si ya sabemos de qué se habla, misión cumplida. No tenemos por qué estar en la cresta de la ola tecnológica, salvo que nos apasione, claro.

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  2. Aunque tengo que admitir que soy una gran defensora del uso de las TIC en la educación, al mismo tiempo admito que estoy de acuerdo con lo que dices. Yo siempre intento avisar que no se trata de usar tecnología por usarla sin más, tiene que tener un objetivo, conseguir quizás que los estudiantes aprendan mejor, o por lo menos, que se sientan más motivados a hacerlo, pero lo que sí está claro es que el profesor tiene que sentirse a gusto con lo que está haciendo. Si prefiere hacer las cosas con lápiz y papel porque siempre le han funcionado bien, pues adelante. Como tu bien dices, no hay que ser un experto, probablemente baste con tener curiosidad.

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  3. Me senti completamente identificada cuando dices que prezi te marea y twitter tambien, como la animacion que pasa me agobia y ver el monton de letras, me provoca no leer nada. No se si es la tecnologia, aunque yo no creo que sea eso, porque estoy abierta a la tecnologia, yo creo mas que es la plataforma la aplicacion de como esta enfocada y diagramada, que sin ser exagerados considero que me afecta a nivel de salud, porque mucho tiempo leyendo (entre lineas), o pasando diapositivas, me ha producido en difrentes oportunidades hasta nauseas, cuestion que no me pasa con el face o con instagrad o con youtube… Pero es que definitivamente estas dos (prezi y twitter), ni porque sea moda las puedo usar, como muchos la usan, porque no las puedo tolerar. Y si mantengo cuenta, es como dices tu, fue por presion social del momento. De todas formas uno no se tiene que llevar por esa «presion social», y manejar los programas o aplicaciones con lo que uno se sienta comodo e identificado y punto.

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  4. ¡Gracias Dalia por tu comentario!
    Debo admitir que después de escribir esta entrada, que lleva bastante tiempo en el blog, me animé a Twitter. Logré entender su lógica a los días de comenzar a usarlo y hoy lo encuentro bastante útil para muchas cosas. Sin embargo, no he logrado hacer ningún avance con el Prezi, más bien un «retroceso».
    Evidentemente, con algunas aplicaciones nunca lograremos llevarnos bien…
    ¡Un afectuoso saludo!
    Débora

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